Un aforismo de Arnold Geulincx («Ubi nihil vales, ibi nihil velis» -Donde no puedas nada, no desees nada-) da título a la última exposición individual de Xavier Arenós (Vila-real, 1968) en la Galería Valle Ortí de Valencia. En la muestra, un total de nueve obras (entre fotografías, vídeos, pinturas y esculturas) retoman diferentes momentos del pasado vinculados al exilio o al fracaso de las utopías para articular un recorrido que pretende reflexionar sobre la validez del arte como potencia transformadora. Una gran parte de los motivos de partida escogidos por Arenós remiten a la conflictiva memoria del Estado español, retomando fragmentos históricos conflictivos de nuestro Estado como la fundación de la editorial El Ruedo Ibérico en París en 1969 por exiliados españoles, la construcción de la Casa de Estudios para Artistas por Antoni Bonet en Buenos Aires tras su huída de España, o el paradigma de vivienda social de la Casa Bloc en Barcelona (1933-1938). Coyunturas históricas que sin embargo dieron lugar a nuevas propuestas que propugnaban nuevos modelos y conductas para las artes, y que ahora, en una suerte de operación arqueológica, Arenós recupera para proponer una nueva mirada al futuro. Hasta el 24 de noviembre.
Imagen: Xavier Arenós. El ruedo ibérico. El viejo topo I, 2012. Vista de la pintura mural en la galería Valle Ortí, Valencia.