Un tienda de Prada en medio del desierto texano no es una estampa demasiado habitual y puede que sea precisamente por esta nota de exotismo por lo que la obra de los berlineses Elmgreen & Dragset Prada Marfa ha sido constantemente agredida desde su instalación en 2005. Los cristales del escaparate aparecen día tras día rotos, los toldos de la falsa tienda rasgados pero lo último ha sido que el exterior ha amanecido lleno de pintadas despectivas. Los artistas han publicado una carta en la prensa en la que explican que eran conscientes de que la tienda terminaría desapareciendo aunque pensaron que sería por cuestiones naturales como la constante exposición a la extrema climatología del desierto y no al mal comportamiento de los visitantes. El dúo ha anunciado que reunirá dinero para restaurar los daños pero no dudan de que, una vez arreglados, la obra volverá a ser atacada ya que no hay muchas atracciones por esa zona y Prada Marfa es un caramelo para «vándalos aburridos». Se plantea por tanto poner medidas de seguridad para coger a los agresores e intentar evitar desperfectos, manteniendo la posibilidad de que todos los interesados puedan disfrutar de esta extraña visión en medio del desierto.