Cómo nos construimos como sujetos es un tema que siempre ha captado la atención de los artistas. La conformación del Yo en un contexto determinado y la influencia de otros agentes externos son cuestiones tratadas en múltiples ocasiones desde la creación artística: desde el sentido feminista, desde la alienación o desde la rebeldía. Uno de los agentes comunes a todas esta variantes es la familia, un núcleo difuso que ya Engels intentó teorizar para comprender su importancia. Ahora, el fotógrafo español Iñaki Domingo publica Ser Sangre, el resultado de su trabajo en 2013 en un verano con su familia. Más allá de los tópicos, Domingo toma a Lacan y su estadio del espejo para intentar dar sentido a lo que le ha formado como individuo desde su nacimiento; un verano como otro, en el que se reúnen primos, hermanos, padre, madre…sirve para mostrar lo complicado de las relaciones que se establecen entre los miembros. Domingo no les dio ninguna pauta: libertad para actuar, para comportarse, a la vez que él retrataba y ordenaba un verano común. Así nace Ser Sangre, en un intento por enseñar a los suyos cuál es su trabajo, cómo se genera un proyecto fotográfico. Un libro diseñado por Tres Tipos Gráficos que para verlo hay que romper: una foto en común de la familia, la típica que todos hemos hecho, posando unos junto a otros, debe rasgarse para poder abrir el libro. Toda una declaración de intenciones; y es que <"matar al padre" siempre es necesario para crecer artísticamente, pero sin olvidar nunca que se ha tenido y nos ha hecho como somos. La familia de Iñaki Domingo le ha hecho cómo es, y Ser Sangre nos lo muestra en una sugerente sucesión de fotografías de un verano íntimo y sobre todo, familiar. (Iñaki Domingo, Ser Sangre, 144 páginas, 87 imágenes. Edita RM, Kursala y Here Press)