El mediático artista Ai Weiwei no ha conseguido que se cancele la multa de 2,4 millones de dólares que el Gobierno chino le impuso por una supuesta evasión de impuestos, multa que se sumaba al encierro y previa desaparición al que fue sometido el artista. Weiwei considera que esta sentencia, por otro lado previsible, es un modo de continuar penando su activismo político antigubernamental; una forma de castigarle por sus opiniones y de intentar silenciarle. Sin embargo el artista ha declarado a la prensa que continuará recurriendo el caso e interponiendo demandas para reclamar así sus derechos básicos como ciudadano.