A partir del 3 de abril podrán verse en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza las fotografías del artista Rafael Navarro (Zaragoza, 1940). La presencia de una ausencia es una muestra en la que el fotógrafo dialoga con el universo íntimo del estudio del también fotógrafo Manuel Álvarez Bravo (México D.F. 1902-2002). Un homenaje a modo de conversación similar al que Navarro ya había llevado a cabo con Miró, colándose también en su taller y en los secretos y silencios que allí se encontraban ocultos, a la espera de su visita. En aquella ocasión, el resultado de la intromisión en el espacio privado del artista fueron 35 fotografías en blanco y negro -lo habitual en Navarro hasta el año 2011. Sin embargo, en esta ocasión, el registro de su encuentro con Manuel Álvarez Bravo tenía que ser en color. El taller, situado en el barrio de Coyoacán -hoy sede de la Asociación Manuel Álvarez Bravo-, es una casa ajardinada inundada por la luz y cubierta por una amplia gama de colores que recorren cada estancia. No es de extrañar que este ambiente lograse seducir a Navarro, haciéndole abandonar sus registros monocromos. Pero lo cierto es que la decisión de trabajar en color no sólo se debe a un impulso creativo provocado por la explosión cromática presenciada en Coyoacán. Habitualmente, Navarro ha preferido trabajar en blanco y negro para poder ejercer un control absoluto sobre los resultados. Sin la técnica adecuada, los colores tendían a lo metálico y al brillo extremo, o directamente no lograban fijarse, y sólo el desarrollo de la fotografía digital ha ofrecido la precisión exigida por el artista.Así pues esa conversación entre los dos fotógrafos se muestra a todo color. Unas obras en las que las voces de uno y otro se van haciendo eco mientras recorren ambas trayectorias artísticas. La relación de Navarro y Álvarez Bravo dibuja un camino de similitudes y coincidencias: ambos eran grandes conversadores, ambos buscaban la belleza en formas y lugares inesperados – una piedra, el patrón de una tela – y ambos se imponían un tiempo de trabajo dilatado entre la toma y la posterior confección de la pieza. La exposición transmite y demanda esa misma calma, la que se respira en el taller de una artista y la que precisan las buenas conversaciones. (Del 3 de abril al 8 de junio de 2014 en el Palacio de la Aljafería, Zaragoza).
Imagen: Rafael Navarro. La presencia de una ausencia #15, 2011.