Durante décadas, la historia del cine ha sido estudiada desde la mirada masculina. Si atendemos a la génesis del medio cinematográfico, aparecen nombres como Los hermanos Lumière, Georges Méliès, Serguéi Eisenstein, Walt Disney o Jean Renoir, con una notable ausencia de nombres femeninos. ¿Será que no hubo mujeres directoras, guionistas y productoras? ¿O que su trabajo no estuviera «a la altura» del de sus compañeros varones?
La respuesta a ambas preguntas se tiene adentrándose en los orígenes del cine y su posterior asimilación como disciplina artística a partir de las vanguardias. A continuación, mostramos cuatro eloucuentes ejemplos de mujeres que marcaron un antes y un después en la historia del cine: Alice Guy, Germaine Dulac, Lotte Reiniger y Esfir Shub.
Alice Guy
Esta productora y directora francesa realizó en 1896 La Fée aux Choux (El hada de los repollos), un cortometraje que está considerado como la primera obra en que se empleó el medio cinematográfico para narrar una historia. La cinta recoge, en sesenta segundos, un popular cuento francés en el que un hada muestra cómo los hijos salen de los repollos.
Germaine Dulac
La directora, periodista y crítica de cine Germaine Dulac formó parte del cine impresionista francés, que, a principios de los años veinte, revolucionó la forma de entender el medio, elevándolo como el «séptimo arte» que conocemos ahora. Sus películas despojaban al cine de su dependencia del texto para construir historias a partir de la sucesión de imágenes, donde la música también contribuye a cargar el argumento de expresividad. En su cinta de 1923, La sonriente madame Beudet, Dulac esgrime una crítica al matrimonio burgués, firmando una de las primeras películas con perspectiva de género de la historia.
Lotte Reiniger
La cineasta alemana Lotte Reiniger realizó en 1926 el primer largometraje de animación de la historia: Las aventuras del príncipe Achmed, en el que su particular universo de siluetas conforma el escenario de una serie de aventuras inspiradas en los relatos de Las mil y una noches. El cine de animación de Reiniger se caracteriza por la fuerte expresividad de sus personajes, que, en lugar de mostrar sus estados emocionales a través de su rostro, lo hacen a partir de vivos gestos y movimientos.
Esfir Shub
Pionera del cine soviético, Esfir Shub está considerada la creadora del cine documental. Sus películas estaban realizadas a modo de collage, yuxtaponiendo escenas grabadas en la calle con comentarios, entrevistas o imágenes fijas sacadas de carteles o fotogtrafías. Una de sus obras más conocidas es La caída de la dinastía Romanov (1927), que narra el periodo entre 1912 y 1917 en Rusia, marcado por los últimos años de reinado de los zares y la revolución de 1917.
Como vemos en estas obras de Guy, Dulac, Reiniger y Shub, los orígenes del cine no son como ha contado la historia «oficial» que se lleva estudiando en el último siglo. Esto reafirma la importancia de generar una historia del arte paralela, que ponga a estas directoras, guionistas y productoras en el lugar que les corresponde. En el primer volumen de ELLAS. Diccionario de mujeres artistas, se pueden encontrar las biografías de estas cuatro mujeres junto con otras cineastas, pintoras, escultoras o grabadoras cuyo trabajo ha sido siempre sujeto de comparación con sus compañeros varones pero no ha sido analizado de manera analítica y crítica.