Grandes espacios y salas abiertas, sin techos; sillas vacías, escaleras que intentan alcanzar el cielo, ventanas que no dan a ninguna parte. Muros, alambres de púa, puertas cerradas. Todos elementos presentes en los escenarios del entramado pictórico de Purgatorio, la nueva exposición del artista cubano Gustavo Díaz Sosa. Una reflexión sobre la naturaleza del individuo y la sociedad. Hasta el 14 de abril en la Galería BAT Alberto Cornejo de Madrid.