Rosa Olivares
Una nueva exposición de Félix Curto, afincado desde hace ya quince años en México, vuelve a hacernos mirar hacia la frontera más como un símbolo, un concepto, que como una realidad física y social.
Fotografía, instalación, objetos, y pintura, dibujo, todo ello nos acerca a una visión del “otro lado” de la raya un punto nostálgica, retrayéndonos al mundo del cine especialmente, en la obra que recuerda a Dennis Hopper, otro artista de la carretera. Porque la carretera, en sus coches, en sus dibujos serpenteantes y en los hombres rudos que la transitan, está presente en una muestra que abre los parámetros creativos de un artista ya definitivamente mestizo.
Imagen: Vista de exposición de Félix Curto en OMR, México DF.