El escultor Walter de Maria ha fallecido el pasado 25 de julio según ha confirmado su estudio de Nueva York. A sus 77 años de Maria era un personaje alejado de los medios y la vida social. Misterioso y reservado como siempre fue, evitaba exhibir en museos y siempre prefirió llevar a cabo sus esculturas e instalaciones al aire libre, especialmente, en emplazamiento urbanos poco comunes. Un autor que supo combinar la estética minimalista con un tamaño a gran escala que apabullaba y atrapaba a todos aquellos que lo contemplaban.

Sus grandes instalaciones se veían como piezas conceptuales de cierta complejidad intelectual aunque, a pesar de ello, accesibles para el público general. Uno de sus trabajos más célebres fue el que realizó en 1977 en Nuevas México, The Lightning Field, una obra de land-art con la que introdujo cuatrocientas estacas de metal en un terreno llano de modo que atraían a los rayos y actuaban como pararrayos, generando una visión de la fuerza y de la belleza de la naturaleza. Una de sus últimas intervenciones tuvo lugar el pasado mes de octubre en Los Angeles County Museum of Art, la instalación The 2000 Sculpture, con cerca de dos mil varillas blancas poligonales que creaban un diseño geométrico y reflejaban la luz del espacio de múltiples formas distintas.