OPINIÓN

No todas las drogas están prohibidas ni son mal vistas en esta nueva sociedad puritana. La ambición, el triunfo, conseguir el éxito caiga quien caiga, sigue siendo una meta en la vida, Triunfar en política, por ejemplo, no parece ser algo de lo que avergonzarse, aunque visto lo visto tampoco debería ser un motivo de orgullo. El triunfo en general esta sobrevalorado. Los que aspiran a tener poder, el máximo posible, no se dan cuenta de lo terribles que son esos personajes patéticos como Donald Trump, Vladimir Putin o Elon Musk, individuos que nadie querría tener en su casa comiendo con la familia. Sin embargo…

Fragmento del artículo «El poder y la gloria» de Rosa Olivares. Sigue leyendo en el enlace.

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