La artista alemana Rosemarie Trockel ha recreado su propia visión del Cosmos, título de la muestra y de la obra más importante del naturalista Alexander von Humboldt, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid. Una muestra en la que la propia artista ha participado de forma activa en la selección de las piezas que engloban trabajos nuevos y antiguos, así como obras de artistas que han influido a Trockel. La exposición comenzó a fraguarse en 2009 de la mano de su comisaría Lynne Cooke, que se despide del centro con esta muestra, uno de sus mejores proyectos. Lo heterogéneo de los trabajos de Trockel: cerámica, tejidos, collages o escultura, entre otros, da lugar a la creación de un espacio donde se unen las diferentes líneas conceptuales de la artista desde el feminismo tratado con humor e ironía a través de técnicas artesanas siempre vinculadas a las “artes femeninas” hasta la relación de la obra con el espectador y el interés por reivindicar la igualdad entre arte y técnica. La evolución de la naturaleza convive en paralelo con la evolución de los intereses de Trockel. Muchas de las piezas incluidas no se crearon inicialmente como objetos artísticos, algunos pertenecieron al ámbito de la historia natural como los dibujos de José Celestino Mutis o el Cangrejo gigante del Japón; alguna obra clásica de la historia del arte como el Teléfono blanco afrodisíaco de Dalí sirve como referente y, también, hay un espacio para artistas autodidactas y casi anónimos como James Castle o Judith Scott que se configuran como modelos de dedicación desinteresada. Hasta el 24 de septiembre.
Imagen: Vista de la exposición Rosemarie Trockel. Un cosmos en el MNCARS, 2012. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores.