El Congreso ha aprobado la Ley reguladora del Museo Reina Sofía, dotando a este centro de un marco jurídico propio para su gestión. Esta ley conlleva como principales cambios para el museo el que la contratación administrativa gozará de mayor flexibilidad (lo que permitirá agilizar proyectos y actividades); habrá un control financiero interno que reducirá los tiempos de tramitación y, finalmente, se podrá gestionar todo lo relativo a los recursos humanos.