El día de ayer, en el recinto más importante de la Ciudad de México, el Museo del Palacio de Bellas Artes, se inauguró la exposición Nacho López. Fotógrafo de México, conmemorando 30 años del fallecimiento de este importante artista mexicano del siglo XX.  Desde la década de los ochenta (en el MAM) no se realizaba ninguna exposición en torno a la fotografía de este multifacético personaje: escritor, cineasta, maestro, ensayista, crítico y fotógrafo.

La muestra intenta rescatar el legado hoy en día poco conocido del fotógrafo mexicano, a través de 235 fotografías vintage, es decir, impresiones de la época hechas por el mismo Nacho. También pretende acercar el legado experimental, muy poco conocido, a las nuevas generaciones que poco o nada saben acerca de estas técnicas en las que López, superponía, jugaba con luces y con los negativos, y hasta producía fotografía sin necesidad de usar una cámara.

Nacho López.

Nacho López.

La muestra se desenvuelve a lo largo de 5 salas, la primera Yo, el ciudadano nos deja claro porqué el fotógrafo se ubica dentro de la generación humanista de fotógrafos: esta sala está dedicada a los barrios marginales, los mercados, tugurios, bares, calles; la clase trabajadora. De hecho, muy pocas veces figura la clase media o alta en su obra. En el segundo nodo llamado Páginas visuales aparecen sus trabajos como fotorreportero, sus publicaciones en revistas, en las que publicó libremente algunas de sus series más emblemáticas, como La venus se fue de juerga por los barrios bajos. En Tierra y tiempo, se revela el compromiso social que el fotógrafo tuvo con el pueblo indígena y las comunidades segregadas. En sus fotografías se pueden apreciar sus tradiciones, sus carencias y el estilo de vida, completamente ajeno al de la ciudad.

Trastocación es una sala clave de esta exposición: en ella se exhiben muchas fotografías y experimentos visuales inéditos, nunca antes expuestos y, por ende, una faceta muy poco conocida por la gente, sus famosas vasedactigrafías. En Multidimensional el visitante encontrará un trabajo muy introspectivo, de la pasión que Nacho tuvo por la danza. Y finalmente, en Lo cinematográficos se podrán observar imágenes del corto pero importante paso que tuvo por el mundo del cine, específicamente haciendo documental. Se podrán ver fragmentos de Todos somos mexicanos, “Misión de chichimecas y su cinta experimental Los hombres cultos, que se exhibirá a lo largo del día en distintos horarios.

La ardua labor curatorial estuvo en manos de José Antonio Rodríguez y Alberto Tovalín, quienes tuvieron que seleccionar entre más de 3000 negativos provenientes de 12 colecciones.

(Nacho López. Fotógrafo de México. MPBA, Ciudad de México. Desde el 14 de abril hasta el 10 de julio del 2016)