Dora García (Valladolid, 1965) ha ganado el Premio Nacional de Artes Plásticas de 2021. El jurado ha destacado la solidez de su trayectoria, centrada en nuevos medios como la performance y lo audiovisual, como por el trabajo del último año: «investigando sobre las relaciones entre política y amor y las formas de solidaridad entre minorías”. El galardón, otorgado por el Ministerio de Cultura y Deporte, valora su “su manera integral de concebir los espacios para crear performances en las que resulta clave la interacción con los públicos, así como su versatilidad en la utilización de soportes y su capacidad para favorecer la reflexión ética relacionando conceptos y emociones”.

El jurado ha estado presidido por la directora general de Bellas Artes, María Dolores Jiménez-Blanco Carrillo de Albornoz, y actuando como vicepresidenta, la subdirectora general de Museos Estatales, Mercedes Roldán Sánchez. Por otro lado, los miembros del jurado han sido José María Yturralde López, Pablo Martínez Fernández, Clara Montero Tellechea, Mónica Núñez Laiseca, Sergio Julio Rubira Gutiérrez,  Helga Müller Schätzel y Consuelo Sánchez Naranjo. El premio está dotado con 30.000 euros.

Dora García: Literatura, psicoanálisis y performance

Influida por la literatura (James Joyce) o el psicoanálisis (Jacques Lacan, Oscar Masotta), la artista vallisoletana ha trabajado particularmente con la performance, que ha complementado con otros medios como el video y la instalación. El escritor irlandés fue el sujeto de una de sus obras más relevantes, The Joycean Society. Durante un largo periodo de tiempo, García grabó las conversaciones que tienen lugar en la Zurich James Joyce Foundation, donde cada semana se reúnen amantes de Joyce para discutir los entresijos de su última novela, Finnegans Wake. El resultado es un proyecto en el que quedan reflejados los diálogos que analizan todos los enredos que forman el título, muy cercano a las interpretaciones del inconsciente.

Dora García

Dora García, The Joycean Society

Otro rasgo característico de la obra de García es la forma en que juega con la performance expandida más allá del espacio del museo. Rezos es un proyecto para el cual dispuso de varios performers para que realizaran un recorrido por lugares particulares de ciudades como Madrid y se grabasen describiendo todo lo que veían. El resultado de estas grabaciones son una serie de narraciones en los que el performer incluía a todas las personas con las que se topaba en ellas, haciéndolas conscientes de su incorporación en la historia. Los clips de una hora se pueden reproducir en su página web (aquí, la iteración en Madrid).

El texto ha sido una constante más en su carrera, como vemos en obras como heartbeat, una serie de escritos alojados en una página web específica que van llevando a otros textos mediante hipervínculos. Otro proyecto que manifiesta su interés por la narración y el texto es Instant Narrative, iniciada para su retrospectiva en el Museo Reina Sofía (2018). Durante el transcurso de la exposición, una persona registraba todo aquello que veía en la sala de exposiciones en un ordenador portátil. Este relato de los visitantes del museo estaba proyectado en otra sala, creando confusión entre los espectadores, que se veían representados en ese texto.

Dora García, Dos planetas han estado colisionando durante miles de años

Segunda vez, en el Reina Sofía

Segunda Vez fue el título de la exposición que celebró el Museo Reina Sofía en 2018. En ella, Dora García tomaba las teorías y escritos del psicoanalista argentino Oscar Masotta para reflexionar sobre los vínculos entre la obra de arte y el espectador. Temas como la repetición, la duración, el lenguaje y el cuerpo se articulaban en torno a una serie de instalaciones activadas por performers que ponían en entredicho la jerarquía imperante del arte y su audiencia.