Dilalica es el nombre de una nueva galería que se ubica en Barcelona. El espacio surge como un centro de experimentación artística cuyos proyectos serán, en su gran mayoría, inéditos y estarán comisariados por el equipo interno, distribuido entre Madrid, Barcelona y Nueva York. La programación combinará investigaciones propias relacionadas con el proceso artístico en sí, como son la creación de herramientas para generar obras, la apropiación y la tensión entre el formato físico y el digital; con propuestas que indagan cuestiones más transversales sobre construcciones sociales tales como el género o la arquitectura como sistema. Dirigida por Louis-Charles Tiar y Cati Bestard, el equipo se completa con Ana Ramírez y Marta Sesé.
La galería inaugura con la exposición Espacio, que podrá verse en Dilalica hasta el 27 de julio. Una muestra que parte del proceso de reforma del propio local, proyecto arquitectónico que ha liderado el estudio MAIO. Así, el local, física, conceptual y metafóricamente es el eje de la exposición, siendo el anfitrión y también el sujeto de las obras llevadas a cabo por Luz Broto, Aleix Plademunt, Lara Fluxà, Claudia Pagès, Pedro Torres y Elsa de Alfonso.
- Aleix Plademunt, Trafalgar, 2019, en Dilalica. (Fotografía de Roberto Ruíz)
- Claudia Pagès, 2019, en Dilalica. (Fotografía de Roberto Ruíz)
Los artistas han entrado, visto, tocado o intervenido el local antes, durante y después de la reforma. Han tenido acceso al material que existía cuando se alquiló, al proyecto de obra, así como otra información relativa al mismo para crear una propuesta específica para esta exposición. La conversación, a pesar de partir de la especificidad de un espacio en concreto,se convierte en una reflexión más amplia sobre la importancia del contexto, el espacio arquitectónico, el cuerpo dentro del espacio, los restos, el pasado, el futuro, el material existente, lo inmaterial, la estructura y los sistemas que estructuran, las funciones asignadas, la ausencia de la audiencia, su presencia, la memoria, lo que se destruye, lo que nace y lo que se transforma. En el trasfondo de todo este gesto expositivo reside la pregunta de qué significa ocupar un espacio, reformarlo y convertirlo en un cubo blanco para permitir que la falsa autonomía de la obra se manifieste desde lo que asumimos como neutro. El espacio de Dilalica lo han reformado los arquitectos MAIO, quienes han ejecutado lo mínimo requerido con gestos muy visibles que irán mutando en el tiempo, en función de las necesidades del espacio. La reforma en sí es prácticamente una obra, un gesto arquitectónico-artístico que desvela los requisitos técnicos y legales necesarios para la apertura de un local de pública concurrencia. El espacio en todo su esplendor se convierte así en escenario para esta primera propuesta expositiva, a la vez que inaugura una programación que irá definiendo sus consiguientes modificaciones.
(Espacio en Dilalica, Barcelona. Hasta el 27 de julio de 2019)