Acaban de cumplirse diez años desde que la mayoría de los museos del Reino Unido decidieran imponer una medida «revolucionaria»: facilitar la entrada a sus dependencias haciendo que el acceso a las mismas fuese gratuito. Desde entonces han pasado diez años de cultura para todos y esta medida se ha visto recompensada con la mayor asistencia de público. Hasta tal punto el crecimiento ha sido mayor, que las cifras se han duplicado y de 7,2 millones de visitantes como media, han pasado a los 18 millones de espectadores. Incluso los museos que siempre fueron gratuítos como la TATE o el British Museum han aumentado sus porcentajes y es que la cultura, es contagiosa. La preocupación viene ahora por los recortes impuestos en toda Europa en cultura y educación, ya que con la reducción de ayudas y subvenciones esta mejora y, otras muchas, podrían peligrar.